Las lonjas no sólo son el lugar de recepción, intercambio y entrega del pescado fresco, también realizan la labor notarial de acreditar el género. A cada una de las cajas que se comercializa se les acompaña de una etiqueta en la que se indica el nombre comercial del pescado adquirido, el método de producción (pesca extractiva, criado o de acuicultura) y el nombre de la zona de captura o cría. Ni una sola caja abandona el muelle sin etiquetar. Partiendo de esta garantía, se procede a los controles sanitarios. A los controles protocolarios, nosotros le sumamos nuestro propio APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos) ejercido por una empresa veterinaria independiente. La calidad sanitaria también se aplica en el transporte y en la distribución. Contamos con los medios para garantizar la recogida, la distribución y el servicio en nuevas y modernas instalaciones.